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Los extremos de la edad, el coronavirus en niños y adultos mayores


En niños, la infección sintomática parece ser poco común y cuando ocurre generalmente es leve. En el brote de China solo el 2% de las infecciones se produjeron en personas menores de 20 años. Del mismo modo, en Corea del Sur, solo el 6.3% de casi 8000 infecciones se produjeron en menores de 20 años.

En un pequeño estudio de 10 niños contagiados de coronavirus en China, la enfermedad clínica fue leve: ocho tuvieron fiebre, que se resolvió en 24 horas, seis tuvieron tos, cuatro padecieron dolor de garganta, cuatro tuvieron evidencia de neumonía focal y ninguno necesitó de oxígeno. Todos los niños se recuperaron.

Sin embargo, al no haber una vacuna disponible, se debe hacer lo posible para protegerlos y evitar que se contagien, principalmente manteniéndolos en casa y evitando que tengan contacto con gente infectada. El lavado de manos es crucial en ellos ya que se ha observado que los niños propagan la infección de coronavirus con más facilidad que los adultos.

Las recomendaciones para el lavado de manos son las mismas arriba descritas. En caso de que los niños se porten renuentes al lavado de manos frecuente, se puede pensar en ofrecer algún tipo de premio como una estampa o pegatina, cada vez que cumplan con el lavado.

En ellos se debe prestar especial atención en bajar la fiebre, vigilar la tos seca y que no tengan dificultad respiratoria en caso de contagio.

Es importante recordarles a los niños que si tosen, deben hacerlo apuntando hacia el codo y que deben lavarse las manos cada vez que tosan o estornuden.

Los cuidados de un niño enfermo son mantener una adecuada hidratación y estar en contacto con su médico de cabecera para determinar la dosis de medicamento que se adapte mejor a las necesidades del niño.

Si el niño padeciera de asma o diabetes, debe ser observado con mayor cuidado. Un mal control en la diabetes del niño puede ocasionar debilidad en su sistema inmune, haciéndolo más susceptible a la infección.

Los niños y adolescentes reaccionan, en gran parte, a lo que ven de los adultos con los que conviven. Cuando los padres y cuidadores manejan la infección por coronavirus con calma y confianza, pueden brindar el mejor apoyo para sus hijos.

No todos los niños y adolescentes responden al estrés del aislamiento y la enfermedad de la misma manera. Algunos cambios comunes a tener en cuenta incluyen:

Llanto excesivo o irritación en los niños más pequeños.

Retroceso en actividades que ya se habían superado, como evitar mojar la cama en la noche.

Excesiva preocupación o tristeza por el cambio tan repentino en el estilo de vida.

Hábitos alimenticios o de sueño poco saludables.

Dificultad para poner atención y concentrarse.

Tener indiferencia para participar de juegos que antes disfrutaban.

Tener dolores de cabeza inexplicables o malestar general.

Uso de alcohol, tabaco, o drogas.

Hablando con los niños acerca de la pandemia del coronavirus

Lo más importante es permanecer tranquilo, recuerda que los niños reaccionan a lo que dices y a cómo lo dices. Asegúrate de que los niños sepan que pueden acudir a ti cuando tengan preguntas.

Evita el lenguaje que pueda provocar estigma o reacciones de culpabilidad hacia otras personas. Recuerda que los virus pueden enfermar a cualquiera, independientemente de la raza o etnia de una persona. Evita hacer suposiciones sobre quién podría tener coronavirus en tu escuela o comunidad.

Es importante que cuides y prestes atención a lo que los niños ven o escuchan en la televisión, la radio, o en internet. Demasiada información sobre el tema del coronavirus puede provocar ansiedad; bríndales a los niños información que sea veraz y apropiada para su edad y nivel de desarrollo.

Es importante que hagas hincapié en que algunas historias acerca del coronavirus en internet y las redes sociales pueden basarse en rumores e información inexacta.

Enséñales a los niños las acciones cotidianas para reducir la propagación de gérmenes. Y lo más importante además del lavado de manos es recordarles que se mantengan alejados de las personas que tosen, estornudan, o enferman.

Cuidados en personas mayores

Las personas mayores tienen un mayor riesgo de contraer una enfermedad grave debido a COVID-19, que puede provocar un mayor estrés durante una crisis.

El miedo y la ansiedad por la pandemia, incluido lo que anuncian las noticias pueden causar estrés y preocupación en las personas mayores. Los síntomas de fiebre, tos seca, y dificultad respiratoria pueden desarrollarse más rápido.

Si en la casa alguien se infecta de coronavirus, las personas mayores deben separarse de las demás personas del hogar y deben mantenerse aislados:

● Limita el contacto del adulto mayor con mascotas y animales. Aunque no ha habido informes de mascotas u otros animales que se enfermen con COVID-19, aún se recomienda que las personas con el virus limiten el contacto con los animales hasta que se conozca más información.

● Cuando sea posible, haz que otro miembro de tu familia cuide a tus animales mientras estés enfermo con COVID-19. Si debes cuidar a tu mascota o estar cerca de animales mientras estás enfermo, lávate las manos antes y después de interactuar con ellos.

● Si debes acudir a una consulta con tu médico, llama con anticipación para recibir instrucciones.

●Ponte un cubrebocas o mascarilla si tú o alguien más de tu casa se encuentra enfermo.

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